Es interesante saber cuándo se podan los olivos para llevar a cabo esta práctica en el momento más oportuno para el árbol, evitando que con ello provoquemos daños en su salud y en su futura producción.
En Textil Agrícola somo especialistas en olivar y por ello recibimos habitualmente consultas, entre otras muchas cuestiones, sobre la poda del olivar y cuándo llevarla a efecto.
Veamos entonces aquellos aspectos a tener en cuenta al la hora de delimitar las fechas más óptimas para esta práctica tan necesaria para sanear los árboles.
Hemos de partir de la base de que el olivo vive momentos que podríamos denominar de “inactividad”, lo que se conoce como parada vegetativa, y que provoca que el árbol detenga su actividad y minimice de forma importante el trasiego de savia durante ese momento.
Esta situación ocurre coincidiendo con los meses de invierno y frío más intenso aunque en los meses de calor extremo y mayor sequía atmosférica, julio y agosto, la savia también discurre con bastante menor actividad.
Llegados a este punto, podríamos decir que serían estos los mejores momentos para la poda del olivo. Sin embargo, no hay un único formato de poda, sino dos.
La poda para limpiar puede llevarse a efecto en los meses de calor, mientras que la poda de ramas es efectiva en los meses de invierno, donde el parón vegetativo es mayor y el recorte de las ramas no va a suponer herir al árbol.
De cualquier forma, nunca se puede podar hasta que no se haya finalizado el proceso de recogida de la aceituna.
Igualmente, si la zona de olivar suele sufrir heladas en invierno, entonces sería aconsejable realizar la poda una vez haya pasado ese momento, para que el hielo no ataque a un olivo tan al descubierto.
En Textil Agrícola disponemos de una amplia variedad de olivos para plantaciones de todas las variedades y podemos aconsejarte de cuándo se podan los olivos entre otras cuestiones relacionadas con su óptimo cuidado y mantenimiento.
